Mundo Villa quiso saber de qué se trata la campaña nacional de vacunación 2014 que se realiza durante septiembre y octubre contra el sarampión, la rubéola y la poliomielitis. Por tanto fuimos a consultar al doctor Efraín Benzaquen* para que nos cuente por qué se hace esta campaña y cómo se está trabajando.
MV- ¿Qué son el sarampión, la rubéola la poliomielitis?
EB- El sarampión, la rubéola y la poliomielitis son enfermedades virales de alta contagiosidad y potencialmente graves. Por suerte existen vacunas muy eficaces para evitar el contagio de estas enfermedades, o bien para disminuir su virulencia. Por eso la vacunación es muy importante. Hay que destacar que estas enfermedades son erradicables, debido a que el único reservorio conocido es el ser humano, por tanto una permanente y completa campaña de vacunación que supere el 95% de las personas susceptibles es el camino que debemos transitar para lograr la ansiada erradicación.
MV- ¿Podrías explicar a qué te referís con erradicación?
EB- Sí. La erradicación de una enfermedad consiste en que no se registren nuevos casos en ningún lugar del mundo. Para lograr este objetivo es necesario que no existan reservorios capaces de generar nuevos brotes. Por eso marcamos la importancia de que el ser humano es el reservorio natural en el caso de estas tres enfermedades virales. Si logramos que ninguna persona en el mundo conserve el virus con capacidad de contagiar, estaríamos hablando de una erradicación como ocurrió con el caso de la viruela en 1979 - 1980.
MV- ¿Qué diferencia hay con la eliminación, que es lo que ya logró Argentina?
EB- La diferencia entre erradicación y eliminación tiene que ver con la extensión del territorio al cual nos referimos, es un tecnicismo. Sabemos que se han eliminado el sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita en la Argentina como lo certificó la organización panamericana de la salud (OPS) en 2013. También se había logrado en 1994 la eliminación de la polio en todo el Continente Americano. Pero cuando hablamos de erradicación nos referimos a eliminar en todo el mundo la circulación y los reservorios naturales del virus de cada una de estas enfermedad que llamamos erradicables.
MV - ¿Quiénes deben vacunarse y cuántas vacunas son?
EB – Bueno, esto es lo más importante. Deben, vacunarse absolutamente todo los niños de 1 a 4 años inclusive (desde el año cumplido ese mismo día a 4 años y 364 días de edad). No importa que ya estén vacunados, si ya están vacunados reciben una dosis extra. Si no estuvieran vacunados empiezan a estarlo. La idea es generar inmunidad suficiente para evitar que el virus pueda circular. Son dos vacunas, una inyectable que es la que nos protege del sarampión y la rubéola (doble viral), y otra oral, la Sabín, que son esas gotitas muy amargas, pero que nos evitan muchas amarguras de las que duelen de verdad.
MV - ¿QRS va a colaborar con la Campaña de Vacunación?
EB - Por supuesto. Todos los miembros del equipo de salud de Patria Grande y QRS - ACME vamos a participar activamente de esta campaña. En primer lugar, coordinando con los referentes barriales para difundir a todas las familias de todos los barrios la importancia de que cada niño reciba las vacunas. Asimismo colaboraremos, si es necesario, en la aplicación de la vacuna en aquellos barrios donde muchas veces el Estado no llega y el grupo de voluntarios actúa permanentemente. Ya en 2009 participamos fuertemente en las villas de Capital Federal. Según datos del Ministerio de Salud la cobertura llegó al 98% a nivel nacional. Estamos orgullosos de haber puesto nuestro granito de arena en este logro.
MV - ¿Cuando decís que son enfermedades potencialmente graves, a qué te referís?
EB - La infección por estos virus puede generar situaciones de mucha morbilidad (enfermedad) e incluso mortalidad mayor a un 3% de los infectados. Es más, en poblaciones vulnerables, con deficientes estados nutricionales y dificultad de acceso a los centros de salud, hay estudios que plantean que la mortalidad puede llegar hasta un 25%. Es decir que una de cada cuatro personas en una mala situación sanitaria que contraen, por ejemplo, el sarampión puede morir. Incluso aquellos que sobreviven pueden quedar con graves secuelas. Quien es atacado por uno de estos virus sin estar vacunado no sólo corre el riesgo de fallecer, sino de quedar con incapacidades permanentes. Y para colmo puede quedar con el virus en su organismo y actuar como reservorio de la enfermedad.
MV - ¿Qué tan frecuentes son estas enfermedades?
EB- El sarampión sigue siendo frecuente en algunas zonas de África, Asia y Mediterráneo Oriental. La rubéola en regiones de África y Asia Suboriental y la poliomielitis en Afganistán, Pakistán y Nigeria. En Argentina, justamente gracias a que hay vacunas eficaces, la incidencia de estas enfermedades ha bajado rotundamente. De hecho se consideran eliminadas de la Argentina. Son enfermedades muy contagiosas por vía respiratoria, por microgotas que contienen el virus y entran en contacto con las mucosas a partir de las manos las personas que tocan objetos contaminados, etcétera. Esto hace que mientras más personas están infectadas mayor sea el contagio por mayor circulación del virus. Cuando logramos una adecuada cobertura de inmunizaciones las personas que entran en contacto con el virus no se contagian y por lo tanto no se enferman ni contagian a otros. Así se va impidiendo la circulación del virus y se le bloquea el reservorio natural que serían aquellos que luego de infectados conservan el virus en su organismo con capacidad de contagiar. Si comparamos el período previo a que se incorpore la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y papera) al calendario obligatorio con la actualidad, vamos a ver que la disminución de la incidencia de estas enfermedades fue impresionante. Pasamos de 50 mil casos por año a mediados de los noventa, a no tener ninguno desde 2009 en el caso de la rubéola y desde 2012 en el caso de sarampión. Además, ese caso de sarampión ni siquiera fue un brote autóctono sino que fueron casos “importados” por personas que ingresaron de zonas donde aún no está eliminado el virus.
MV - ¿Cuál es el riesgo que corre un niño que no está vacunado?
EB- El principal riesgo es que puede quedar susceptible al contagio de estas enfermedades con las graves consecuencias que explicamos. Pero además la vacunación es obligatoria porque aquí no sólo se busca proteger individualmente a la persona sino que se busca eliminar el virus. Aquellas personas que no colaboran en vacunarse no sólo se están dañando sí mismas, o a sus propios hijos en este caso, sino que están produciendo un daño al sistema de salud.
MV - ¿Quiere decir que una sola persona que no se vacuna puede estar garantizando la continuidad del reservorio?
EB- En Salud Pública nada es tan absoluto, si necesitáramos siempre del 100% de cumplimiento en cada planificación los objetivos serían imposibles. Está comprobado que con campañas sostenidas donde por lo menos el 95% de la población sea vacunada la erradicación es posible. Por eso, mientras más niños se vacunen, más posible resulta el objetivo de la erradicación definitiva de estas enfermedades que tanto mal y tanto daño le han hecho a la humanidad durante tanto tiempo. Hoy tenemos recursos tecnológicos porque existen las vacunas adecuadas, nos son accesibles porque existe un gobierno popular que las pone a disposición de todos, contamos con las organizaciones sociales y populares que garantizan el contacto con cada uno de los vecinos, están los voluntarios de la universidad que van junto a los referentes barriales casa por casa para hablar con los vecinos y para promover la campaña y aplicar las vacunas. ¡No podemos desaprovechar esta gran oportunidad! Tenemos que liberarnos rápido de estos males y concentrarnos en aquellos que aún son mucho más difíciles.
* Efraín Benzaquen es Médico Sanitarista y Jefe de Trabajos Prácticos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires.